LA CARICATURA DE LA MENTIRA.


El Barón de Munchausen fue un personaje alemán que nació alrededor de 1720, quien sirvió en el ejército ruso y a mediados del siglo XVIII participó en algunas campañas contra los turcos. A su regreso de aquellas batallas, el Barón de Munchausen se hizo famoso por relatar innumerables historias extremadamente fantasiosas, en las que narraba sucesos extraordinarios. La mayoría de los militares regresados tras esas campañas contaban relatos de sus batallas y de cómo habían luchado, adaptando las historias a su conveniencia. Sin embargo, nuestro amigo Munchausen ganó un gran reconocimiento por la absurdez de sus narraciones, todas cargadas de fantasía y una extraordinaria imaginación. Desafortunadamente para él, llegó a ser tan famoso que fue reconocido en aquellos tiempos como un mentiroso y un bufón.

Imagínense algunas de sus historias en las que decía que podía volar sobre la bala de un cañón, bailar sobre una ballena, viajar a la luna, entre otras. Otro relato muy gracioso es el que reunía a un grupo de héroes a su alrededor, protagonistas de muchas hazañas. Este grupo incluía a Gustavus, un personaje con un oído extraordinario que podía escuchar a miles de kilómetros de distancia; Albrecht, quien poseía una fuerza sobrehumana; Berthold, de velocidad asombrosa y que tenía que caminar con un grillete y una gran bola de acero atada a su pie; y por último, Adolphus, dueño de una vista maravillosa que le permitía ver a grandes distancias. Este era el grupo de "Avengers" de aquella época que rodeaban al Barón de Munchausen, y fueron los protagonistas de fantásticas historias que solo existían en la mente del famoso Barón.

La mentira es una práctica que todos los seres humanos, en mayor o menor medida, experimentamos. ¿Quién no ha dicho mentiras en su vida? Todos, en algún grado, mentimos a diario; es parte de nuestra cotidianidad, es inevitable. Una de las primeras cosas que el ser humano aprende es a fingir, que también es una forma de mentira. Sin embargo, cuando esta práctica persiste y se acrecienta con el paso de los años, puede terminar en conductas patológicas. De hecho, existe un síndrome llamado "Síndrome de Munchausen", en el que el afectado simula ser un enfermo y finge experimentar dolencias, síntomas o afecciones que afectan su salud de manera fantasiosa y sin ninguna causa aparente.

Estas personas se auto-diagnostican y visitan clínicas con frecuencia, obteniendo un reconocimiento irónico por parte de los médicos. Tras realizar exámenes de laboratorio, los diagnósticos, por supuesto, no revelan ninguna anomalía. Al parecer, son personas con algún tipo de trastorno psicológico que buscan atención y en algunos casos llegan hasta autolesionarse para conseguirlo. Recuerdo un caso de una persona que fingia atender una llamada en su telefono, donde le alababan muchas cosas, hablaba en voz alta para ser escuchada, su escena correspondia a unos hechos que solo pasaban en su imaginacion, con tan mala suerte que el telefono justo en ese instante le sono con una llamada entrante. Quedo al descubierto. Incomoda situacion y absurda. 

Hay casos severos y otros no menos delicados, donde se caracterizan por sus constantes y sistemáticas excusas. Son personas impuntuales, desordenadas, descuidadas que respaldan cada una de estas situaciones con disculpas fantasiosas e irreales, hasta tal punto que tejen una mentira tras otra y descuidan la realidad. Finalmente, caen en el ridículo, alardeando de conocer a tal o cual persona, de haber tenido un cargo importante en el pasado, de haber recibido un gran reconocimiento, entre otras afirmaciones. En su deseo de evadir la realidad, crean un alter ego que les proporciona una vía de escape artificial. La verdad es la cura y la mejor arma frente a cualquier situación. Quien esté dispuesto a decir una mentira, estará dispuesto a decir mil más para justificarla. Al igual que los troncos cuando caen al agua, la mentira saldrá a flote tarde o temprano.

Por un lado, está la imaginación como fuente de inspiración para la creación en el arte, la literatura, la música, la poesía, y por otro, está la imaginación como provocadora de trastornos. Es divertido escuchar a estos personajes, con sus historias absurdas, pero también se admira la capacidad de composición rápida y veloz de situaciones para acomodar una cosa con otra.

La imaginación es la semilla de todas las cosas. Hagamos buen uso de ella.

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